Ponerse "tos" guapos,
alinearse
en fila.
Los
peques delante,
al
gallinero, si se espiga.
Atentos
al pajarillo
no
os despistéis del objetivo,
que
siempre queda para el regocijo
el
que ha torcido el morrico.
Prestos
todos de una vez
hagamos
el mannequin
y
recemos a la virgen
para
que no se ponga en medio
la
del dorso de pitiminí.
“Hay
que proteger a las niñas
de
una foto mal tomada,
ya
sabéis que a mi me hicieron
un
retrato de las bragas”.
Dicen
las malas lenguas,
si,
fuentes malignas,
que
hay quien está pensando
en
contratar a la joven,
para
que vaya delante,
pues
ya no sabe donde meterse
con
su título de almirante.
No
hay mal que por bien no venga,
en
estos tiempos inciertos
de "vodeviles" catalanes
y
otros curriculares,
que
su majestad la Reina
aprenda
otros oficios.
Que
dar la cara ante las cámaras está muy visto
y
presentar de espaldas
ya
sería el colmo
“quillo”.
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