Ir al contenido principal

EL GORDO


Sería injusto no dar al Planeta una oportunidad para salvarse de la especie humana. Poco tiempo lleva sobre su faz, pero la capacidad devastadora es enorme. Emisiones de todo tipo, sin control, altamente dañinas. Sobre explotación de recursos. Alta concienciación, pero pocas ganas de hacer algo.

Nos llenamos la boca de cambio climático, capa de ozono, dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, hexafluoruro de azufre, deshielo polar, incremento de temperatura, desaparición de especies, pero somos incapaces de quitarnos el uso de plásticos, derivados del petroleo en general, vivir sin nuestros coches. Nos llevamos las manos a la cabeza cuando nos prohíben circular a más de 70, y protestamos de forma enérgica simplemente por la prohibición, pues estamos cansados de no poder circular a esa velocidad debido a las retenciones. ¿Seríamos capaces de prescindir de nuestras calefacciones?¿Las cárnicas? que sobre explotan ganado herbívoro, gran productor de metano¿Las macrociudades, islas de calor?¿Aviones?¿Qué sería de nosotros sin móviles? ¿Nos interesa saber lo que es el Coltán? Un mineral muy escaso y que es empleado para uso de alta tecnología (por ejemplo, nuestros «telefoninos») y es el causante de un conflicto bélico que se ha cobrado la vida de cuatro millones de personas desde 1997 y la desaparición de poblaciones de gorilas en la república democrática del congo.

Se reúnen en París los líderes mundiales para salvar nuestro terruño, «Que así no podemos seguir señores. Que después de la tomadura de pelo de Kioto, y sus renovaciones posteriores esto no mejora". El objetivo no superar el aumento de temperatura en 2º C para 2100 (aquí al lado), aunque ya apuntan que 2,7º, y no han empezado. Las consecuencias, gravísimas. La desaparición de especies es inminente por cada grado de calentamiento. Pero las otras, el ser humano en su divinidad debe estar exento de tales males.

Yo no es por fastidiarle a nadie sus previsiones de futuro, pero esto es como la Lotería de Navidad, que nunca te toca, salvo alguna pedrea o premio menor, pero cuando te toca, te toca. Va siendo hora que empecemos a pensar que este planeta nuestro ha visto pasar a lo largo de sus cuatro mil quinientos millones de años una ingente cantidad enorme de especies que han venido y se han ido; que guarda en su interior un poco, mucho, bastante de mala leche, y a los postres, el género humano, tiene una carcasa de lo mas endeble que se joroba por menos de nada, y puestos a que desaparezcan unas cuantas especies por el ascenso de la temperatura, si se le pone en los morros al planeta hacer una selección de especies, ya podemos ir buscando una coraza especial, o empezamos de cero en otro lado (Marte, sin ir más lejos). Pues para muestra un botón, y en Pompeya queda un vestigio de la historia la mar de interesante, así como registros geológicos de lo que de invernadero produjo semejante nube. A lo mejor, hasta podríamos pensar que ese incremento de un grado, a la especie que se lleva es la nuestra, no sé.

No es que piense que nuestro azul es vengativo, ni por un asomo, pero que el ser humano es vanidoso y narcisista ni se duda, y ese carácter divino con el que nos vestimos un día no va a dar un susto muy grande, seguro,  eso si, espero no tener que verlo.


Comentarios

Entradas populares de este blog

PAULINA COLMENARES, ¡Va por ella!

Allí se postró, entre ambas tumbas. Reinaba el silencio sordo del camposanto. El trémulo suspiro de difuntos. No corría la brisa, ni cantaba la paraulata en este amanecer.  Contemplaba los nombres, en sus lapidas, de dos hombres cabales muertos por una cuita entre ellos , y dicen que por ella. Dos palos de hombres que se gallearon hasta morir,  uno a manos del otro.  Si alguien supo en realidad qué los llevó hasta ahí, lo desconocía, sólo sabia que por culpa de un baile y de aquellas muertes, ella andaba de boca en boca de todo aquel que paraba sus orejas a escuchar el cuento, y como no, para luego distorsionar la historia una "miajita" más. Alguno recitaba cual juglar la coplilla, en la esquina del Abasto, Barbería, o a la sombra de la fuente cuando iban las muchachas con sus cántaros a por agua.  Nunca importo quien fue,  nadie salió en su defensa. Su nombre fue arrastrado como en pelea de comadres . Quedó en ella el estigma del mapurite del que todos huyen

PEPE

Levantó la vista del periódico según oía que un taconeo, firme y perfectamente acompasado, se acercaba hacia donde se encontraba. Era uno de los bancos de espera de la estación de ferrocarriles. La salida de su tren aún se demoraría media hora y no era cuestión de pasar ese rato de pie, al fin y al cabo conocía la estación, y salvo las personas lo más atractivo del lugar consistía en leer, o inventarse historias sobre los transeúntes. No lo pudo evitar, aquella firmeza al andar, aquel taconeo, no sólo llamó su atención por cómo retumbaba en el vestíbulo. Ahora que era consciente de forma visual, según pasaba por delante de su vista, se ralentizo el tiempo. Un metro ochenta, ataviada con falda y traje de chaqueta, todo en negro. Medias con costura trazada con tira líneas perfectamente vertical. Sombrero negro de ala muy ancha, ala que apenas dejaba ver su cobrizo pelo recogido en un moño bajo, su rostro de tez pálida y sus labios de un carmín encendido. Aquel instante, casi detenido

JUZPIDO

Es el amor un incerto. Te da cobijo, o es infierno. Puedes perder los vientos ganar el cielo, incluso acabar preso. Que mejor condena el día de San Valentín que una multa para ella, y seis años a Urdangarín. El amor lo es todo. Meto la mano, mano de enamorado y yo Cupido, te perdono. Castro magistrado, el tribunal ha dictado. Iñaki el primitivo es el conflictivo. ¿Y la duquesa?, la boba enamorada a quién su marido pérfido se la encajaba doblada. Pasó San Valentín, una flecha en el jardín. Menudo regalo Duquesa, para usted, y Urdangarín.