Lo has vuelto a hacer, como todos lo días. Te plantas desde primera hora con ese carácter, con ese aire tuyo de superioridad, muy chulo. «A mi me vengan todas, que pa' todas ellas tengo lo que quieran». Pero olvidaste que cuando les da, hacen de ti lo que quieran. Ni que te enfurruñes, ni que grites con más fuerza, ni que tires un pulso para fastidiar la electrotecnia, cuando ellas quieren te dejan mermado, «Ay, pobriño mio que te dejan eclipsado».
Si es una nube, malo, te anulan por completo. Si es la guapa Selene, te opacas, te mermas, te disuelves. Dónde estas Sol sostenido, te has quedado en Sol bemol. Dónde esta tu altanería cuando a alguna le apetece bajarte del pedestal. Hoy te levantaste Altanero como cada despertar, pero se te ha puesto delante Artemisa y te has quedado en «na».
No te preocupes, tunante, esto va a pasar y dentro de un rato, a las doce, volverás a brillar.
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