La recuerdo como un cervatillo desbocado, arriba, abajo, saltando, ahora
me agacho, finto, todos los movimientos en uno, sin calma ni reposo. De ayer o mucho mas, un segundo atrás, dos
antes o tres después, regresa, da la vuelta, un no parar, ¡coño, estate quieta!
¡Deja de revolotear, descansa, mañana
más! Ahora la busco, voy y vengo, arriba y abajo, me giro, me canso.
Me siento y reposo para volver a intentarlo. Me da rabia, mucha rabia, por qué
no estás. Sé que la vi, vino a verme, poco tiempo eso sí, pero vino. Su
presencia se ha ido distanciando en el tiempo y cada vez es más efímera, te
pierdo, te alejas. Cuando viene ya no me despido de ella, me da miedo que sea para siempre. Si hoy te encuentro te agarrare
fuerte de la mano. Yo me quedaré aquí en silencio hasta que llegues y lo llenes
todo de nuevo. Volvamos a ponerlo todo patas arriba, ayer, hoy, antes de ayer,
da igual, prefiero eso que por tu ausencia dejar de ser. Si la veis decirle que estoy aquí, se llama memoria, y
tiene todo lo que es de mí.

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