Ir al contenido principal

NADEZHDA



-  ¡Dobroye utro prints!.

Susurrado al oído y con el aroma intenso de una taza de café, se despertaba cada mañana. Y tras la taza, unas manos perfectamente arregladas que se prolongaban en unos delicados brazos de blanca tez desnuda, como desnudo estaba el cuerpo que empezaba a dejar de estar borroso una vez que su vista se acomodaba a la realidad.

- ¡Spasibo, i dobroye utro moya koroleva!.

Por suerte para él la conversación seguiría en español pues, con excepción de tres frases más, desconocía el ruso a la perfección. Tras el primer sorbo, levantaba la vista de la taza y se aseguraba que ella seguía allí, a su lado. Le gustaba contemplar su hermosa desnudez durante ese espacio de tiempo para que la tortura de levantarse fuera más llevadera. Le apasionaba mantener ese recuerdo durante el día, pues sería lo más agradable que vería en su turno de 10 horas como controlador de plagas en la red del alcantarillado. Ya no necesitaba del calendario Pirelli, ni las Playboy, ni cualquiera otra por el estilo para conseguir distraer su mente de la letrina que le envolvía durante tantas horas. Ya no, desde que conoció a Nadezhda, Esperanza, no hacían falta, ella lo llenaba todo y hacía que su vida en el subsuelo pareciera un paraíso.

«Tititití - Tititití, Tititití - Tititití, Tititití - Tititití».

- Puto despertador, ¿cuándo te vas a enterar que cuando estoy soñando con Nadezhda no tienes que sonar?


De un puñetazo apagaba el destrozador de sueños, se servía un vaso de Vodka que tenía en su mesilla de noche, se lo tomaba, y se iba a su realidad de vertedero recordando durante el día que debía destrozar el despertador en cuanto llegara a casa.

Comentarios

Entradas populares de este blog

PAULINA COLMENARES, ¡Va por ella!

Allí se postró, entre ambas tumbas. Reinaba el silencio sordo del camposanto. El trémulo suspiro de difuntos. No corría la brisa, ni cantaba la paraulata en este amanecer.  Contemplaba los nombres, en sus lapidas, de dos hombres cabales muertos por una cuita entre ellos , y dicen que por ella. Dos palos de hombres que se gallearon hasta morir,  uno a manos del otro.  Si alguien supo en realidad qué los llevó hasta ahí, lo desconocía, sólo sabia que por culpa de un baile y de aquellas muertes, ella andaba de boca en boca de todo aquel que paraba sus orejas a escuchar el cuento, y como no, para luego distorsionar la historia una "miajita" más. Alguno recitaba cual juglar la coplilla, en la esquina del Abasto, Barbería, o a la sombra de la fuente cuando iban las muchachas con sus cántaros a por agua.  Nunca importo quien fue,  nadie salió en su defensa. Su nombre fue arrastrado como en pelea de comadres . Quedó en ella el estigma del mapurite del q...

LOS PRESOCRÁTICOS

Me ando, que me ando en estas cosas mías del apoyo escolar y cierto es, y gracias a Dios, que este trajín me ocupa tiempo suficiente como para no poder hacer esto de soltaros mis cosas de vez en cuando con la continuidad que me gustaría. En fin, "gracias Señor por enseñarme y por esa paciencia infinita que tienes conmigo"... Ella es como un cervatillo, alocado, ingenuo y en ocasiones, cada día un poco más, una libre pensadora defensora de todos los derechos de animales, vegetales, e incluso hasta de los humanos. A sus dieciséis, la vida le ha puesto delante de la Filosofía como asignatura troncal dentro de su plan de estudios de primero de bachiller. "Eso es fantástico", pensé,  "te vendrá bien para razonar y usar la lógica siempre y cuando el profe no sea un tostón de esos que se dedican a la teoría pura y dura  y abra o establezca tertulias entre vosotros con el fin de provocar debates enriquecedores con diferentes puntos de vista, siempre razonados"...

LA DEL DORSO

Ponerse "tos" guapos, alinearse en fila. Los peques delante, al gallinero, si se espiga. Atentos al pajarillo no os despistéis del objetivo, que siempre queda para el regocijo el que ha torcido el morrico. Prestos todos de una vez hagamos el mannequin y recemos a la virgen para que no se ponga en medio la del dorso de pitiminí. “ Hay que proteger a las niñas de una foto mal tomada, ya sabéis que a mi me hicieron un retrato de las bragas”. Dicen las malas lenguas, si, fuentes malignas, que hay quien está pensando en contratar a la joven, para que vaya delante, pues ya no sabe donde meterse con su título de almirante. No hay mal que por bien no venga, en estos tiempos inciertos de "vodeviles" catalanes y otros curriculares, que su majestad la Reina aprenda otros oficios. Que dar la cara ante las cámaras está muy visto y presentar de espaldas ya sería el colmo “ quillo”.