Acabo de llegar. La primera parte de la mañana ha ido bastante bien. De los temas de historia han entrado dos, que, oh casualidad, uno de ellos era de los que para que mirar si me se los otros nueve, menos mal que el otro era uno de los de alfiler y lo he podido defender. La segunda parte ha sido mas dura, el efecto de la cafeína se ha disipado, y me han tenido que llamar la atención dos veces en el examen por los ronquidos que daba, aún así, he podido terminarlo todo, casualmente era uno de los textos que había trabajado con la pérfida loba.
Voy a reponer fuerzas, y creo que debo descansar un poco, esta noche me toca el asalto final, y debo recuperar algo de sueño, sino no llegaré.
Las ocho. He repuesto mis energías. Plan de actuación. Preparare termos de café suficientes para el rodaje de la noche, pero para que no me pase lo de esta mañana en el examen de lengua, llevaré en previsión un termo más para mantener el estado espídico. Con respecto a las asignaturas, empezaré primero con Historia, creo que va a ser mas duro que si la dejo para después, me puede entrar la pájara de madrugada y no darme tiempo.
Todo listo para el asalto final.
Las cuatro de la mañana, acabo de despertarme, no se en que momento de la historia me he quedado dormido. El libro y los apuntes de historia son una balsa de café, incluso yo mismo parezco un cafetal. La cosa esta muy mal.
He recogido todo el café de por encima de la mesa, me he lavado y he tendido los apuntes y el libro en el tendedero para ver si se secan. Proseguirá con matemáticas, un repaso rápido para refrescara algunos conceptos, y luego a intentar ver que se puede salvar de la Historia.
Menos mal que he puesto el despertador. Las ocho, esto no lo salva ni la providencia.
Me voy al examen.
Me encomendare a la Virgen, me encomendare a la Virgen, me encomendare a la Virgen.
Descalabro, esto es un descalabro. Me han puesto primero el de Historia, por lo que no me ha dado tiempo a repasar antes del examen. He contestado casi todo, pero verdaderamente no se que he puesto. Ya dudo si la Beltraneja era hija de Felipe II, de Pepe Botella, o si realmente existió. Con las mates, la cosa ha ido más fluida, sin embargo dudo de los resultados, los botones de la calculadora se me cruzaban, así que no se si multiplicaba, dividía, o calculaba Arcosenos.
Cuando me ha visto mi madre y me ha preguntado que qué tal, le he respondido sonriendo, "bueno, estudiar, estudiar y estudiar, ya esta hecho, ahora solo queda la providencia, providencia, providencia, que va a tener bastante trabajo"
Me acabo de mirar al espejo. Las ojeras me llegan mas abajo que las comisuras de los labios. Me voy a acostar, y espero que al levantarme hayan pasado diez años.
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