- ¿Que me puedes regalar que no hayas hecho ya?
- Un guiño.
- Pero, de esos me traes todos los días mil.
- ¿Y es que acaso no son diferentes? Cada uno tiene su momento y su significado. Este por ejemplo que te mando ahora es para darte un beso.
- Ups, apunta, que este sólo me ha rozado. Tendrás que probar de nuevo.
- No tienes fin. ¿No decías que de esos te traigo todos los días mil?. Anda, pilla.
- Gracias, ahora mucho mejor.
- Bueno, se buena persona, y mañana llámame a la misma hora. Te quiero.
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