Ir al contenido principal

VACIO

Abrió los ojos tras una brutal convulsión. El pavor se hacía mas y mas violento en su recién adquirida consciencia y se agravaba segundo a segundo tras comprobar que manos y pies estaban férreamente atados. No habían luces estridentes, el lugar era cálido y confortable, pero eso no menguaba el pánico que le estaba envolviendo. No era capaz de distinguir claramente lo que le rodeaba, estaba confuso, narcotizado. Sí, eso era, empezaba a recordar. Había notado un pinchazo y todo comenzó a desvanecerse, todo se fue borrando, brazos, piernas, conciencia, y ahora que lo era, intentaba pensar en los motivos por los que se veía atado, expuesto a todo el que pasaba. Intentó gritar, zafarse de las ataduras, cubrir su cuerpo con algo, dejar de ser vulnerable a las miradas de todos, pero todo era inútil. El pavor fue dando paso a la desesperación, al que siguió el desconsuelo, para terminar rindiéndose, y comenzó a sentirse vacío, insignificante. Se descubrió formando parte del paisaje que le rodeaba, una habitación repleta de objetos. Un objeto, ¿eso es lo que era? cómo podía ser. Podían hacerle creer cualquier cosa, pero el sentía, notaba su corazón latir, no de forma normal, pues cabalgaba desde su pecho a gran velocidad con dirección hacia la boca una y otra vez. Notaba el calor fluir a través de sus venas. Cerró los ojos con el fin de conseguir recordar algo más, algo anterior al pinchazo, pero era inútil, cualquier intento daba como resultado lo mismo, una imagen en blanco, pero en paz. Era un silencio cálido, confortable, dulce. Nada tan horrible a la angustiosa sensación esta, de continuo vértigo, esa sensación de desprotección. De pronto el pánico se apoderó nuevamente de él, algo lo asió fuertemente y su cuerpo fue levantado, zarandeado. Oía voces ininteligibles para él. El terror no dio paso a otras sensaciones nuevas, sólo podía gritar, y gritar, y gritar, en busca su salvación, pero era inútil, el movimiento seguía. Decidió no parar de gritar. Seguiría haciéndolo hasta que se rasgase por dentro o alguien viniera en su auxilio. Algo sucedió entonces. El movimiento ceso, y notó como lo colocaban en un lugar que recordaba profundamente, tiernamente cálido, y desapareció el miedo, aquí no sentía angustia, estaba en paz.

     «Aquí le tiene, menudo genio tiene. Anda, ahora no lloras, ¿no?. Para que luego me digan que no saben reconocer a su madre. Luego vengo a por él. Hasta luego»

Comentarios

Entradas populares de este blog

PAULINA COLMENARES, ¡Va por ella!

Allí se postró, entre ambas tumbas. Reinaba el silencio sordo del camposanto. El trémulo suspiro de difuntos. No corría la brisa, ni cantaba la paraulata en este amanecer.  Contemplaba los nombres, en sus lapidas, de dos hombres cabales muertos por una cuita entre ellos , y dicen que por ella. Dos palos de hombres que se gallearon hasta morir,  uno a manos del otro.  Si alguien supo en realidad qué los llevó hasta ahí, lo desconocía, sólo sabia que por culpa de un baile y de aquellas muertes, ella andaba de boca en boca de todo aquel que paraba sus orejas a escuchar el cuento, y como no, para luego distorsionar la historia una "miajita" más. Alguno recitaba cual juglar la coplilla, en la esquina del Abasto, Barbería, o a la sombra de la fuente cuando iban las muchachas con sus cántaros a por agua.  Nunca importo quien fue,  nadie salió en su defensa. Su nombre fue arrastrado como en pelea de comadres . Quedó en ella el estigma del mapurite del q...

LOS PRESOCRÁTICOS

Me ando, que me ando en estas cosas mías del apoyo escolar y cierto es, y gracias a Dios, que este trajín me ocupa tiempo suficiente como para no poder hacer esto de soltaros mis cosas de vez en cuando con la continuidad que me gustaría. En fin, "gracias Señor por enseñarme y por esa paciencia infinita que tienes conmigo"... Ella es como un cervatillo, alocado, ingenuo y en ocasiones, cada día un poco más, una libre pensadora defensora de todos los derechos de animales, vegetales, e incluso hasta de los humanos. A sus dieciséis, la vida le ha puesto delante de la Filosofía como asignatura troncal dentro de su plan de estudios de primero de bachiller. "Eso es fantástico", pensé,  "te vendrá bien para razonar y usar la lógica siempre y cuando el profe no sea un tostón de esos que se dedican a la teoría pura y dura  y abra o establezca tertulias entre vosotros con el fin de provocar debates enriquecedores con diferentes puntos de vista, siempre razonados"...

LA DEL DORSO

Ponerse "tos" guapos, alinearse en fila. Los peques delante, al gallinero, si se espiga. Atentos al pajarillo no os despistéis del objetivo, que siempre queda para el regocijo el que ha torcido el morrico. Prestos todos de una vez hagamos el mannequin y recemos a la virgen para que no se ponga en medio la del dorso de pitiminí. “ Hay que proteger a las niñas de una foto mal tomada, ya sabéis que a mi me hicieron un retrato de las bragas”. Dicen las malas lenguas, si, fuentes malignas, que hay quien está pensando en contratar a la joven, para que vaya delante, pues ya no sabe donde meterse con su título de almirante. No hay mal que por bien no venga, en estos tiempos inciertos de "vodeviles" catalanes y otros curriculares, que su majestad la Reina aprenda otros oficios. Que dar la cara ante las cámaras está muy visto y presentar de espaldas ya sería el colmo “ quillo”.