Miedo me dá,
o es pavor.
Iceta ha vuelto a la carga,
la madre que lo parió.
Líbranos de Mariano,
Pedro líbranos, por Dios,
vehemente desde el estrado,
a gusto se despacho.
Como ha acabado Pedro
ante tal exultación,
ya todos lo sabemos,
no hace falta explicación.
¡Go, Hilaria, Go!
grita nuevamente Iceta
desde el estrado
desde el balcón.
¡Ay! que verbenero
me resulta
el postinero.
Mira Hilaria te veo
recorriendo el mundo entero
de la mano de Don Pedro.
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