Suspiro de tiempo
que todo quiebra.
Yacen rosas al pié del alma.
Pétalos marchitos.
Se sume la vida
en páramos oscuros,
silencios tenebrosos,
preguntas sin respuestas.
No hay luceros.
No emerge de la sombra,
claridad, esperanza, vida.
Ataúd mudo
que se abandona.
No hay lugar para la lucha.
Alma vencida.
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